Nada de glamur, alfombra roja, luces, cámara ni acción para Paris Hilton; la cuenta regresiva culminó y desde el pasado domingo la rubia multimillonaria vive como reclusa, cambiando su privilegiada vida de niña rica por las rejas, y sus elegantes y costosos atuendos por un informal y nada exclusivo uniforme naranja. La reina de las fiestas más lujosas, acusada de violar una sentencia de tránsito, se reportó dos días antes de lo previsto y se quedará allí durante 23 días.
Después de asistir a los premios MTV, la heredera del imperio hotelero fue escoltada hasta el Century Regional en Lynwood, donde "la ficharon, le tomaron las huellas digitales y fotografías, le hicieron un chequeo médico y le entregaron el uniforme", indicó Steve Whitmore, portavoz de la Oficina del Sheriff de Los Ángeles.
Durante la gala de premiación la actriz y cantante dijo: "Estoy tratando de ser fuerte en este momento y estoy lista para enfrentar mi sentencia. Aun cuando es un momento realmente duro, tengo a mi familia, a mis amigos y a mis seguidores que me apoyan, y eso de verdad me ayuda''.
Sin muchos privilegios La prisión regional de Lynwood, con dos niveles y 13 años de antigüedad, está ubicada en un vecindario industrial a 25 kilómetros de la mansión de la socialité. En ese lugar, que alberga a dos mil 200 reclusas, Hilton no podrá disfrutar de ninguno de los lujos a los que está acostumbrada. "Será tratada como una presa cualquiera, deberá salir por una hora al día y participar en actividades recreativas al aire libre. Bajo ningún concepto será tratada de forma diferente por ser famosa", dijo Whitmore.
"Erlyn Avendaño Struve / noticias@laverdad.com"
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